Osteopatía

“ESTAS MANOS, CON SUS DEDOS, QUE SIENTEN, VEN Y PIENSAN” (Still).

Puedo comenzar resumiendo que la Osteopatía es mi VIDA, con mayúsculas. Tengo el privilegio de trabajar en lo que me gusta, en lo que AMO.

Es una medicina manual, que considera el cuerpo humano como un TODO.

Sus orígenes son bastante recientes, ya que nos sitúan a finales del siglo XIX, a manos del gran Andrew Taylor Still (Kirksville, Missouri, USA).

A partir de aquí, sus discípulos fueron estudiando más allá de lo que para el cuerpo humano suponía la “estructura”, (el sistema óseo), y con los años se han ido desarrollando grandes “extremidades” de esta gran ciencia, como la osteopatía cráneosacra, la visceral y la neural.

Permíteme que me aleje de los tecnicismos propios de la osteopatía y te ponga un pequeño ejemplo: ¿alguna vez has tirado una piedra a un lago?. ¿Has podido comprobar qué sucede?.

Una fuerza externa, tú, lanzas esa piedra, cae al lago, y en él se emite una onda que llega desde el punto de “lesión”, hasta las mismas orillas del lago. Este proceso tarda un tiempo.

En nuestro organismo la piedra configura esa lesión, y la onda se va repartiendo por todo nuestro cuerpo, el tiempo que tarda en aparecer el dolor puede variar, entre horas, días, semanas o años, todo depende de si a ese dolor físico le acompaña o no un “dolor emocional”.

Si vienes a mi consulta y me explicas que tienes fuertes dolores de cabeza, que te molesta la luz, sobre todo por la noche, que ves “como manchas”… no te extrañe si lo primero que hago es observar tus líneas de gravedad: ¿está recta esta persona, o no?. Ahí encontraré las primeras señales de diagnóstico, y ¿sabes qué?, me iré directamente a trabajar uno de tus pies.¿Por qué?, por el concepto de GLOBALIDAD. Tu tienes afectada tu línea lesionar cuboides-atlas. Hace años te dieron un pisotón, o pisaste “en falso” y te torciste un pie, no le diste ninguna importancia, pero la onda del lago comenzó a expandirse hacia las orillas, y en este proceso, el estiramiento o la tensión de los tejidos que recubren el hueso provocó la ADAPTACIÓN desde el punto de lesión hasta el atlas, la primera cervical. El entorno tisular arrastra ese proceso adaptativo, es decir, todo tu cuerpo, con el tiempo, se ha ido adaptando a la lesión, poco o poco, iba torciendo tus tejidos, para poder convivir con la piedra del lago.

Todo tiene un origen. ¿Lo buscamos?.